martes, 3 de noviembre de 2009

Desarrollo y culminacion de la guerra

EVOLUCION HISTÓRICA DE LA GUERRA

Para identificar el flujo y estallido de la guerra del Golfo Pérsico es necesario tener en cuenta la anterior guerra protagonizada por Irán e Irak en donde ambos países se desgastaron y afectaron drásticamente el desempeño económico y político tanto local como internacional.

Guerra Irak-Irán

Esta guerra tuvo lugar entre 1980 y 1988 en donde ambas naciones se enfrentaron por una zona de real importancia económica y geoestratégica; esta área es el lugar en donde confluyen los ríos Tigris y Eufrates, conocida como Shatt al-Arab. En este cinturón limítrofe entre dichos países se encuentran zonas petroleras además de ser la única salida fluvial que posee Irak hacia el Mar, por lo tanto se convierte en un territorio álgido y de extrema importancia, lo que incentiva a la guerra. Adicionalmente a este argumento y posiblemente de mayor peso y representatividad es la llegada al poder de Ruhollah Musavi Jomeini, mejor conocido por el mundo occidental como el Ayatola Jomeini, un líder proiraní con perspectivas satanizadas de occidente que atentaba, a partir de sus políticas, contra la estabilidad de la estructura internacional, siendo un peligro latente para las potencias enfrentadas por el poder: Estados Unidos y la Unión Soviética URSS.

Al representar dicha amenaza al flujo del ordenamiento internacional y exhibirse como un desarticulador del rompecabezas mundial, las potencias decidieron apoyar al líder iraquí de turno, Saddam Hussein, quien con tintes de tirano y déspota veía también amenazado su gobierno debido a la gran masa chiíta presente en su territorio, la cual estaba siendo alentada por la revolución de Jomeini a derrocar a Hussein e implantar un nuevo régimen, por lo tanto cualquier ayuda foránea seria en este momento de mucho valor para enfrentar semejante avalancha y evitar que la bola de nieve creciera con el pasar de los días y destruyera los cimientos de su gobierno y acabara con el control político ejercido por su partido dentro del país.

De estas circunstancias nace el hecho de que naciones como Arabia Saudita, Kuwait, Estados Unidos, la URSS entre otros brindaran soporte armamentista y económico al régimen iraquí a fin de hacer frente a la turbulencia que se gestaba en el seno del pueblo iraní.

Fue una guerra sangrienta que absorbió los recursos y vidas humanas de ambos países por un periodo de ocho años, en donde al final, el líder iraní cede a la presión internacional debido al deterioro económico de su país y accede al cese al fuego.

Esta decisión fue devastadora para el líder iraquí pues no concluyó su labor en la guerra al ser declarada en “tablas”, generando mayores problemas y cuestionamientos dentro de su país concernientes a su capacidad de liderazgo, gobierno y estrategia; además de esta grave situación Irak dejó de recibir el apoyo económico internacional y, para empeorar las cosas, aquellos países que le prestaron dinero para financiar la guerra no le condonaron parte de ésta ni ablandaron los plazos para su cancelación, por lo cual generó una encrucijada de magnas proporciones al pueblo iraquí, pues su infraestructura estaba fuertemente deteriorada, su economía estaba pasando por momentos muy difíciles debido a que aproximadamente el 60% de los recursos petroleros se invertían en armamento y a su vez el precio del barril de crudo estaba demasiado bajo en relación a la cantidad de recursos necesarios para reconstruir el país.


INVASIÓN IRAQUÌ

Viendo esta difícil situación Saddam Hussein no vio más opción que atacar a su principal prestamista, Kuwait, bajo la premisa de que éste era una antigua provincia iraquí y por lo tanto tenia el derecho histórico de reclamarlo como tal. De esta forma Saddam evitaría pagar la deuda contraída con dicho país y al mismo tiempo controlaría los grandes pozos petroleros allí situados, dominando aproximadamente el 20% de las reservas petroleras mundiales, situándose en un escenario de poder y dominio político-económico a nivel mundial, para de esta forma hacer frente a las posibles represalias emprendidas por las potencias occidentales.

Es así como el 2 de agosto de 1990 Saddam moviliza sus tropas y comienza su incursión militar a fin de controlar y anexar a su gobierno el territorio de Kuwait y debido a la débil defensa presentada por la fuerza armada kuwaití, el país cayó en manos de Hussein en 24 horas, quedando dominada por éste por 7 meses más.

La liberación de Kuwait se generó por la coalición formada y encabezada por Estados Unidos, a partir del 17 de enero de 1991 con la cual se emprendió la campaña para derrocar el gobierno transitorio establecido por Saddam en territorio Kuwaití, bajo el nombre de tormenta del desierto, campaña que reestableció el control en el país arrebatado en poco tiempo y avanzó hasta la capital iraquí, amenazando la propia estabilidad del Gobierno iraquí.

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